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FEBRERO 2018
Compaginar los estudios con el ejercicio diario parece misión imposible. Estudiar, hacer trabajos y sacar tiempo para estar con amigos son las principales misiones de todo buen estudiante, sin embargo, ha llegado el momento de introducir en la ecuación el ejercicio.
Para muchos de vosotros ya será un rutina porque os gusta manteneros en forma pero para muchos otros hacer ejercicio es aburrido y nada estimulante. Pues muy atentos, hacer ejercicio ayuda a mejorar la memoria. ¿Hay algo más estimulante para un alumno de que mejorar la memoria? Posiblemente no. Si quieres saber cuáles son los beneficios de realizar alguna actividad deportiva no pares de leer.
Hacer ejercicio con frecuencia garantiza la movilidad, un peso estable y un buen funcionamiento del sistema circulatorio y nervioso. Siendo jóvenes es fácil pensar que estáis sanos y que no os va a pasar nada, y seguramente sea así. Sin embargo el ejercicio ayuda a prevenir lesiones en la madurez siempre y cuando se realice con cierta asiduidad mientras se es joven.
Además, el ejercicio ayuda en la corrección de las malas posturas y evita las contracturas. Tened esto muy en cuenta ya que durante la época de estudiantes se pasan muchas horas sentado y tener una buena postura ayuda a controlar los dolores de espalda y de cuello.
Una excusa recurrente para no hacer ejercicio es: que hacer deporte cansa. Pues bien, ya no vais a poder decir esto nunca más. De hecho, el ejercicio es ideal para vitalizar el cuerpo y llenarlo de energía. Durante la realización del entrenamiento el cuerpo genera endorfinas que son las hormonas encargadas de haceros sentiros más enérgicos después del ejercicio.
Si durante un periodo largo de estudio, durante un descanso hacéis un poco de deporte, notaréis que cuando os ponéis a estudiar de nuevo retener las ideas es mucho más sencillo. Además, volveréis a la mesa de estudios motivados y con ganas de más.
Obviamente no en sentido literal, tenéis que seguir estudiando durante el día. Sin embargo, un dato curioso sobre la memoria es que el momento en el que se fijan los conocimientos es mientras se duerme y realizar ejercicio ayuda a descansar mejor y por completo. De esta manera, indirectamente hacer ejercicio ayuda a retener los conceptos y las ideas aprendidos durante el día.
Cuando se hace ejercicio se producen endorfinas que crean una sensación de relajación en la mente que hace que concentrase y centrarse en el estudio resulte más sencillo. Además, si añadimos a la ecuación un ejercicio que requiera pensar tácticas, estrategias e implique coordinación; el funcionamiento del cerebro será mucho más efectivo y notablemente superior.