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SEPTIEMBRE 2024
¿Alguna vez te has preguntado por qué, aunque estudias horas y horas, no logras retener la información o te cuesta concentrarte? No estás solo. Elegir las mejores horas para estudiar puede marcar la diferencia entre una sesión productiva y una que te deje más cansado que satisfecho. Pero, ¿cuáles son esos momentos clave del día? En este artículo, exploraremos cuáles son las mejores horas para estudiar y cómo puedes aprovechar al máximo tu tiempo, mejorando tu rendimiento sin quemarte en el intento.
Una de las grandes preguntas de los estudiantes es si existe una hora específica que sea la mejor para estudiar. La respuesta es: depende. No todas las personas funcionan de la misma manera. Algunas son más productivas por la mañana, mientras que otras descubren que su mente está más despierta por la noche. Sin embargo, hay ciertos patrones que pueden ayudarte a descubrir cuál es tu mejor momento para concentrarte y retener información.
Estudiar en las primeras horas del día tiene ventajas claras. A continuación, te explicamos por qué:
Después de una buena noche de sueño, tu cerebro está más descansado y listo para procesar nueva información. La mañana es ideal para abordar temas que requieren mayor concentración, como matemáticas, ciencia o lectura compleja.
A primera hora del día, hay menos interrupciones. La mayoría de tus amigos estarán dormidos o, si compartes una residencia en un campus, el ambiente puede ser mucho más tranquilo.
Los estudios han demostrado que la mañana es un buen momento para aprender nuevos conceptos y retenerlos a largo plazo, ya que tu cerebro está más fresco y puede procesar información de manera más eficiente.
Por la mañana, los niveles de cortisol (la hormona que te ayuda a estar alerta) están más altos. Esto significa que estás naturalmente más despierto y con más energía, lo que facilita el enfoque en tareas que requieren mucho esfuerzo mental.
Aunque la mañana puede ser un gran momento para estudiar, no todos se sienten completamente activos a esa hora. La tarde también ofrece una serie de beneficios para quienes prefieren esperar un poco más antes de empezar su jornada de estudio.
Por la tarde, el cuerpo ya está en pleno funcionamiento. Este es un buen momento para realizar tareas que requieren más actividad física, como proyectos en grupo, trabajos prácticos o cualquier actividad que combine el aprendizaje con el movimiento.
La creatividad suele aumentar por la tarde, por lo que este es un buen momento para trabajar en ideas nuevas, proyectos creativos o estudiar materias que requieren pensar fuera de lo común.
Muchos estudiantes encuentran que la tarde es ideal para revisar lo que aprendieron durante el día. No tienes la presión de empezar de cero y puedes concentrarte en asimilar lo que ya has estudiado.
Para algunos estudiantes, la noche es el momento en el que realmente logran concentrarse. Si eres de los que prefiere el silencio absoluto y una atmósfera tranquila para estudiar, entonces la noche puede ser tu momento ideal.
Cuando todo el mundo está durmiendo, hay menos distracciones y ruido. Si te cuesta concentrarte con el bullicio del día, estudiar de noche puede ofrecerte el ambiente tranquilo que necesitas.
Al igual que la tarde, la noche puede ser un buen momento para desarrollar tareas creativas. Muchas personas encuentran que sus ideas fluyen más fácilmente cuando el día está terminando y la presión de las tareas diarias ha disminuido.
Si compartes habitación o vives en una residencia con otros estudiantes, la noche puede ser un momento en el que las actividades sociales disminuyen, permitiéndote estudiar en paz.
Ahora que conoces los beneficios de cada franja horaria, la siguiente pregunta es: ¿cómo saber cuál es la mejor para ti? Aquí te damos algunos consejos para identificar tu momento ideal:
Tu cuerpo te dará señales de cuándo estás más concentrado y con más energía. ¿Te sientes más productivo después de un buen desayuno o justo después de la cena? Presta atención a tus picos de energía.
Experimenta estudiando en diferentes momentos del día. Pasa una semana estudiando por la mañana, otra por la tarde y una última por la noche. Observa cuándo sientes que retienes mejor la información y cuándo te cuesta menos concentrarte.
Una vez que hayas descubierto cuál es el mejor momento para ti, crea una rutina. Establecer horarios regulares para estudiar te ayudará a entrenar tu cerebro para concentrarse en esos momentos.
No existe una única respuesta a la pregunta de cuáles son las mejores horas para estudiar. Sin embargo, entendiendo tus propias necesidades y patrones de energía, puedes encontrar el momento perfecto para maximizar tu productividad. Ya sea por la mañana, tarde o noche, lo importante es que adaptes tu rutina a lo que mejor funciona para ti.
En Residencia Campus, sabemos que cada estudiante es diferente y necesita su propio espacio y momento para estudiar. Por eso, ofrecemos un entorno diseñado para que puedas concentrarte cuando más lo necesites, ya sea por la mañana, tarde o noche. ¡Ven y descubre cómo potenciar tu tiempo de estudio en el ambiente adecuado!
