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MAYO 2021
Hoy, 17 de mayo, se celebra el Día Mundial de Internet. Una jornada promovida por las Naciones Unidas en 2006 y también conocida como “Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información”. Pero, ¿sabías que “la Red” se creó en Estados Unidos con fines militares? Gracias a su democratización, Internet ha cambiado en los últimos años el modo en el que nos comunicamos y nos relacionamos, y la verdad es que ya no imaginamos un mundo sin ella.
Internet se ideó en los años 60, en plena Guerra Fría, como una herramienta alternativa que garantizase la comunicación en caso de amenaza nuclear. Fue por aquel entonces cuando se creó ARPAnet (Advanced Research Projects Agency Network), una red informática que permitía la conexión y el intercambio de datos entre distintas universidades norteamericanas.
Aunque su “cometido” era básicamente militar, muy pronto este invento atrajo las miradas de miles de profesionales en todo el mundo, ya que las posibilidades que ofrecía esta nueva tecnología eran infinitas a nivel comercial.
En 1983, la antigua Internet (denominada ARPAnet) adoptó el protocolo TCP/IP (Transfer Control Protocol / Internet Protocol) que permitía la transmisión de información entre redes interconectadas. Gracias a esta adaptación, la cantidad de usuarios “conectados” aumentó significativamente en todo el planeta, y empezaron a usarse servicios básicos como el correo electrónico. Pero en aquella época, Internet servía, básicamente, para “mensajearse”, compartir y almacenar información a nivel global.
En 1989, el científico Tim Berners-Lee ideó un nuevo software llamado HTML (o lenguaje de marcado de hipertexto) que permitía incrustar en la información imágenes y vídeos. Un enorme avance que permitió, en 1991, que el uso de Internet se expandiese y se popularizase como una formidable herramienta de comunicación para compartir información “usuario-usuario” desde cualquier punto del planeta.
En la década de los 90, Internet estaba en su momento Web 1.0; esto es, en “modo lectura”. O dicho de otra manera, la red entonces solo permitía que los usuarios navegaran para buscar y acceder a toda clase de información, pero sin interacción entre ellos.
Más tarde, ya entrados en el nuevo siglo, Internet evolucionó hacia la Web 2.0 permitiendo a los usuarios interactuar con el contenido. Fue el boom de los blogs, los foros, y de alguna redes sociales primitivas (que ya no existen) como sixDegrees.com, Hot or Not Hot o la más conocida MySpace, que llegó a tener 25 millones de usuarios en 2005.
Un año antes, y de manera paralela a estas redes primigenias, un joven Mark Zuckerberg se dedicaba en Harvard a su proyecto universitario: Facebook. Una red para que los estudiantes valorasen el atractivo de los compañeros del campus gracias a un sistema de rankings y que, con el tiempo, acabaría convirtiéndose en la red social por excelencia.
De otro lado, a finales de los 90, los estudiantes Larry Page y Sergey Brin crearon Google, el buscador más popular de todos los tiempos, y que hoy acumula una cuota de mercado del 90%.
En 2006, Internet ya tenía más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo. Y a día de hoy, la cifra se sitúa en casi 5.000 millones. Una cifra que indica que más de la mitad de los habitantes de todo el mundo utiliza Internet. Solo en España, más de 42 millones de personas la usan, y de ellas, 29 millones son usuarios activos de redes sociales.
Gracias a los avances de la inteligencia artificial, Internet se ha vuelto más sofisticada y predictiva. Con capacidad para “aprender”, segundo a segundo, cómo navegamos, qué nos interesa, cuánto tiempo pasamos en webs y redes sociales y hasta cómo nos sentimos. Si hasta hace unos años, la navegación a través de Internet se realizaba mayoritariamente a través de PC’s y portátiles, la evolución de la telefonía móvil y los modernos smartphones nos permiten estar “activos” y dejar nuestra “huella digital” en Internet la mayor parte del día. Bien para ver noticias, consultar el correo, mensajearnos a través de WhatsApp, estudiar, pedir comida, reservar vuelos o comprar todo tipo de bienes y servicios.
La irrupción de la pandemia ha acelerado el pleno uso de Internet en segmentos de población como los “silver surfers” (esto es, personas de entre 50 y 60 años), y ha terminado de conformar nuestros hábitos en la Red. Tanto es así que, según el último estudio We are Social, las compras por Internet han crecido un 77% en el último año.
Por último, según el mismo informe, “el tiempo total que se pasa en línea ha aumentado, y el usuario medio de Internet pasa ahora casi 7 horas al día navegando en todos los dispositivos. Lo que significa que el usuario medio invierte más de 2 días completos a estar en línea a la semana”.