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SEPTIEMBRE 2016
La etapa universitaria te brinda mucho más que la posibilidad de especializarte en una disciplina concreta para afianzar tu futuro profesional. En la universidad conocerás amigos de verdad. Harás muchos amigos nuevos, de los cuales, algunos serán para siempre ¿Por qué el espíritu universitario tiene vocación de eternidad?
Porque a diferencia de los amigos que conoces en la guardería, en los primeros años de colegio o la adolescencia, a partir de los 18 años tienes un nivel de madurez que te ayuda a elegir a tus amigos a partir del autoconocimiento y de la conciencia plena. Además, los años de universidad son intensos y cada curso trae nuevas experiencias, más objetivos cumplidos y una evolución personal en la que los amigos son auténticos compañeros de vida.
Al finalizar la carrera, habrás consolidado plenamente algunas amistades, que, gracias a una raíz tan fuerte, perdurarán más allá de los cambios que se producen al despedir la etapa académica. Cuando cada compañero inicia su camino profesional y pueden darse cambios importantes. Por ejemplo, un cambio de ciudad.
Además, aunque la vida universitaria es exigente, como muestra la rutina de estudios que tienes que afrontar para superar los exámenes, las condiciones de vida de esta etapa dejan un mayor espacio para la amistad que en el futuro, cuando la conciliación se convierte en la gran asignatura pendiente de tantas personas. Son muchos los planes que giran en torno al campus y propician las relaciones personales entre los alumnos.
Amigos del alma con quienes compartir tus alegrías por un objetivo cumplido, así como las dificultades que tienes que solventar en una asignatura determinada. Comenzarás a visualizar ese futuro feliz que proyectas en tu mente y compartirás tus ilusiones vocacionales con amigos que también tienen sus propias expectativas de vida. A través de esta retroalimentación comienza una amistad que es para siempre, si es verdadera.
En esta etapa de juventud, descubrirás que la amistad es otra asignatura en la universidad. Una materia cuyo examen no es otro que vivir. Es decir, a través de esta experiencia pones en práctica las habilidades sociales y la empatía y desarrollas la inteligencia emocional. Además, mantienes conversaciones importantes, ya que, como afirma Platón, la luz de la idea se alcanza en el diálogo con el amigo.
No solo harás amigos que estudien tu misma carrera, sino que también conocerás gente nueva en las residencias de estudiantes de Castellón, Lleida, Albacete, Murcia y Cádiz, donde descubrirás una segunda familia a través de los amigos de la universidad. Residencias en las que encontrarás una oferta de habitaciones y apartamentos con todo lo necesario para sentirte tan feliz como en tu propia casa y en un contexto de estudio y amistad. Con los mejores servicios de comedor y lavandería.