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OCTUBRE 2012
La vida universitaria es algo único y una de las mejores experiencias que vamos a poder vivir. Es en esta época cuando comenzamos a labrar nuestro futuro, cuando conocemos gente nueva que tiene los mismos intereses y que se va a quedar con nosotros por muchos años, cuando estudiamos lo que queremos y vemos recompensado el esfuerzo con numerosas fiestas, vacaciones, viajes y demás. Pero si a todo esto le añadimos la experiencia de vivir fuera de la casa parental… ¡Los buenos momentos se multiplican!
Tanto si estás en Lleida, como en Murcia, Cádiz, Albacete o en nuestra residencia de Castellón puedes aprovechar la oportunidad de hacerte más multicultural si te relacionas con tus compañeros. Sobre todo si aprovechas la ocasión y decides entablar amistad con un estudiante Erasmus, que encierran muchas más experiencias positivas de las que puedas imaginar.
¿Quieres aprender idiomas y tu presupuesto no te lo permite? No te preocupes, tu residencia de estudiante se puede convertir en una escuela sin necesidad de matricularte en todas las lenguas que quieres dominar: inglés, alemán, francés, italiano, chino… Sólo tienes que buscar a un compañero nativo y ofrecerle un intercambio y, lo mejor de todo, gratuito.
También es una buena oportunidad de viajar. Aprovecha los fines de semana para enseñarle la cultura de la zona donde estudiáis: la historia de la ciudad, la gastronomía típica, costumbres, etc. Él, por su parte, puede corresponderte con una visita a su país natal cuando haya un puente o unas vacaciones de por medio. Y no te preocupes por el dinero porque será de lo más económico que vas a encontrar en el mercado porque allí tendrás alojamiento y dietas gratuitas. Suena bien, ¿verdad?
Si no encontráis el momento adecuado para viajar siempre puedes proponerle que acerque su cultura a España organizando una velada internacional en la que cada uno de los participantes demuestre sus habilidades culinarias preparando un plato típico de su país. Además, aquí juegas con ventaja porque si no sabes cocinar siempre puedes recurrir al clásico que nunca falla: llevarle de tapeo.
Y la guinda de este pastel multicultural lo vamos a poner con la fiesta. ¡Enséñale como nos divertimos los españoles!