MARZO 2012

¿Existía vida antes del WhatsApp?

Seguro que entrarías en pánico si de repente tu WhatsApp se volviese loco y dejase de funcionar durante una semana. ¿Cómo podrías contactar con tus colegas de forma rápida y sin costarte mucha pasta para evitar que te amenacen con dar de baja tu móvil? Existen varias opciones aunque te parezca que estás volviendo a la edad de piedra. Y es que, ¿no te has preguntado nunca cómo hacía la gente para quedar o para organizar un botellón en casa de un compañero de clase antes del WhatsApp?

Igual lo has olvidado, pero no hace tanto tiempo se quedaba por SMS o directamente llamando a tus amigos. Aunque para ahorrar al máximo, lo mejor era hacer una cadena de llamadas porque, solo así, se podía evitar que la tarjeta se terminase antes de tiempo.

Y, ¿qué decir de los míticos toques o llamadas perdidas? Aquellos momentos en los que estabas tirado en el sofá viendo la tele y alguien te hacía una para demostrarte que se acordaba de ti, son memorables. Pero claro, no siempre los llama-cuelga te producían tanta emoción, sobre todo porque siempre estaba el típico listillo que para no rascarse el bolsillo te hacía una perdida solo para que le devolvieses la llamada de gratis.

Quizá no lo viviste, pero hubo un tiempo en el que, o bien te daba vergüenza que te sonase el móvil en un lugar público porque la gente se te quedaba mirando, o estaba el típico que lo sacaba todo orgulloso para demostrar que tenías pelas y que eras uno de los elegidos. Sí, uno de los que podía llevar en su bolso o bolsillo un “ladrillo” que pesaba un quintal pero que te comunicaba con el resto sin necesidad de cables.

Pero para conocer cómo era la vida antes del móvil, tan solo tenemos que recurrir al típico primo o hermano mayor que se pasa el rato recordando batallitas pasadas. Sí, ese que no para de decir que a él, para quedar con sus colegas, no le hacía falta un móvil porque era suficiente con el teléfono fijo de casa o la cabina de la esquina. ¿Para qué más si de fijo a fijo la cosa era y es más barata?

Así era la época de las cabinas… aquella en la que corrías el peligro de dejar tus dedos atrapados en el hueco de la vuelta cuando aquel cacharro prehistórico no te quería devolver las monedillas que te pertenecían tras terminar la llamada.

A pesar del encanto de estos momentos, la verdad es que es mejor que no vuelvan y que sólo sirvan para que algunos cuenten o recuerden sus años dorados . Está claro que existía vida antes del WhatsApps, pero ¿quién quiere volver a ese entonces cuando puedes contactar con quien quieras, desde cualquier lugar y de forma instantánea? ¡Por Dios, que no desaparezca nunca!