MAYO 2012

¿Podemos vivir sin Plan Bolonia?

¡Claro que podemos! Pero ahora que vas a comenzar tu etapa universitaria, no te lo recomendamos porque estará muy presente en tu vida a partir de ahora. De hecho, si para entrar a la universidad existiese una lista con las cosas que todo estudiante debería saber antes de su primer día en la facultad, es probable que en alguno de los primeros puestos aparezca el Plan Bolonia.

Seguro que has oído hablar de él en muchas ocasiones, sobre todo porque entre la comunidad universitaria ha despertado grandes pasiones tanto a favor como en contra. Por eso y por si no lo tienes claro, aquí te presentamos algunos puntos básicos que deberías conocer sí o sí para que nadie te pille en un renuncio.

¿Cuándo nace el Plan Bolonia?

Nos gusta mucho la historia, pero como no queremos remontarnos muy atrás, comenzamos hablando de la reunión que se celebró en 1999, precisamente en Bolonia. Allí fue donde los Ministros de 29 países de la Unión Europea decidieron sentar las bases para la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior para el año 2010.

¿Para qué sirve realmente?

Es muy probable que cada uno tenga una opinión personal sobre si su implantación ha ayudado a mejorar la calidad de la enseñanza o no. Aunque esto dependa exclusivamente de ti, lo que sí podemos hacer es contarte en qué se basa concretamente el Plan Bolonia. Quizá así, puedas aclarar algunas de las dudas que puedas tener sobre él.

Se puede decir que su objetivo principal es coordinar las políticas educativas a nivel europeo, especialmente porque así se favorece la movilidad y el intercambio cultural entre todos los países europeos siempre situando al estudiante en el centro de la enseñanza. Además, la creación del Espacio Europeo de Educación Superior es buena forma de apostar por el conocimiento como motor de la economía europea.

Pero, ¿a qué acuerdos se llegaron en Bolonia? ¡Atención! porque aquí llega la parte más importante:

• La adopción de un sistema de títulos fácilmente legibles y comparables, es decir, que si presentamos el nuestro en cualquier país de Europa para buscar un empleo, todo el mundo sea capaz de darle la validez que le corresponde.
• La implantación de un sistema basado en dos ciclos. Esto ya no es así porque en reuniones posteriores se añadió un tercer ciclo, es decir, ahora la educación superior se divide en grado, posgrado y doctorado. El primero te cualifica para acceder al mercado laboral mientras que el tercero te capacita espacialmente para trabajar en investigación.
• La universalización del sistema de créditos ECTS para promover la movilidad dentro de Europa gracias al reconocimiento y compatibilidad de este sistema en todos los países miembros del Espacio Europeo de Educación Superior.
• La promoción de la movilidad y la eliminación de los obstáculos que impiden que los estudiantes, docentes y personal de la administración de la universidad puedan pasar por diferentes centros de estudio.
• El aumento de la cooperación europea para lograr que la enseñanza superior tenga cada vez más calidad.

Aunque de manera muy general, estos son los principales puntos en los que se  basa el Plan Bolonia. Algunos son bastante ambiguos, por eso, te recomendamos que comiences tu vida universitaria haciendo una de las cosas que más ocupará tu tiempo a partir de ahora ¡investigar y buscar información por tu cuenta! Por si no sabes por dónde empezar, te damos algunas pistas básicas: acude siempre a la fuente principal, es decir, la página de la Unión Europea o a la de tu propia universidad donde, seguro, encontrarás todos los datos que necesitas.

¿En qué me beneficia?

En muchas cosas, especialmente si estás dispuesto a viajar y aprender de otras culturas. En general, depende sobre todo de ti y de lo dispuesto que estés a sacarle partido a las oportunidades que te ofrece el Plan.

Te ponemos un ejemplo: seguro que estás pensando en las becas Erasmus. Pues sí, la movilidad universitaria entre los diferentes países de Europa es un pilar básico en Bolonia ¿Vas a dejar escapar esta oportunidad de viajar, conocer otras culturas y aprender otra lengua?  

Sea buena o mala esta iniciativa… solo tú puedes formar tu propia opinión al respecto. Lo que sí tienes que tener claro es que el Plan Bolonia está ahí, tu formación académica se ha estructurado en torno a él y, sin duda,  ha venido para quedarse. ¡No lo olvides!